lunes, 6 de febrero de 2017

Bitácora Documental Reflexiva


Pontificia Universidad Javeriana
Investigación Cualitativa
Kevin Felipe Gutiérrez Martínez

Prologo:
El siguiente texto se elaborará de manera periódica en un plazo de 5 meses, cada semana el escrito será nutrido por un aproximado de 1200 palabras que contendrán el temario de la signatura – investigación cualitativa- . El carácter del escrito será informativo y reflexivo, con la intención de elaborar un exquisito cadáver literario del aprendizaje adquirido durante las lecciones y lecturas realizadas en el plazo de tiempo constatado.

Era una tarde típica en Bogotá, con un cambio de temperatura brusco a eso de las  5  o 6 de la tarde, caminaba por el parkway y la soledad con rumbo a la universidad; fue un día positivo pues me encontré con unos compañeros arquitectos y diseñadores con proyectos inquietante a los que quisiera pertenecer. Posteriormente, ayudé en la remodelación de la casa de un vecino. El trabajo consistió básicamente en golpear paredes con martillos y picas para remover la capa de pintura y estuco quemado que había arruinado la mitad de la estructura y así dejar la fachada con la textura de ladrillo envejecido; esto lo realicé justo antes de ir a la primera clase de investigación cualitativa y podría decir que fue una experiencia terapéutica. Se siente realmente bien golpear las cosa para cambiarlas y mejorar su aspecto, es ver una cambio rápido, radical, efectivo y es curioso que sea a través de la fuerza bruta, pues yo he estudiado para vivir de la creación pero se siente singularmente bien crear a través de transformación.

Se me hacía tarde para ir caminando hacia la primera lección de investigación cualitativa, pero no sé por qué no sentía afán de llegar, había terminado agotado de golpear tantas paredes pero me sentía tan relajado y tranquilo que no me quería apresurar para llegar a ningún lugar. Afortunadamente llegué solo con 6 minutos de retraso y la clase no había comenzado; salude a mis conocidos y observe a los nuevos, me senté al lado de Kenji, mi mejor amigo de la universidad. La clase comenzó y después de hacer la breve introducción y la presentación me gustó mucho la idea de generar un escrito por cada clase, ya que siempre he pensado que debería empezar a escribir así sea un diario, pues como lo dijo el profesor Juan, mi padre y un par de canciones: lo que no se utiliza se pone blandito.

Como ejercicio de inducción al curso, cada uno realizó un esquema de un objeto, algunos dibujaron bicicletas, labiales, plumas, cámaras, aviones, camionetas, carros y hasta un lápiz. La idea era analizar aleatoriamente al dibujante mediante su expresión gráfica, lo cual me recordó mucho mi primer semestre en la clase de dibujo donde el profesor nos enseñaba qué trazos curvos, rectos, altos, bajos y relieves usar  según la sombra, cuáles eran necesarias e innecesarias, a nunca usar borrador porque eso sería similar a desollar una idea, en general tu expresión. Asimismo, a aprender en principio a aceptarnos a nosotros mismos como dibujantes principiantes y a comprender que todo es un proceso de cambio. Nos mostró su primer boceto y nos entregó una semilla de moral con un dibujo fácilmente mejorable por cualquiera en ese momento, semilla que posteriormente regó con un dibujo que empezó con sus dos manos al tiempo en un tablero más grande que él y en el que terminó plasmada una vista en primer plano del papa en el vaticano saludando una multitud con su cetro papal. Todo esto lo pensé en un lapso muy corto de tiempo, mientras hacía mi dibujo, pensé en hacer algo muy significativo referente a mis gustos, entonces hice una rueda, con sus rayos y en el centro iba a hacer el piñón pero mi dibujo se asemejó más a la vista frontal del diagrama del lente de una cámara, eso pensé cuando lo dibujaba.
Luego se hizo una repartición aleatoria de cada dibujo y me entregaron un boceto de cámara análoga pero esta vez entera, hice el análisis formal de su dibujo, era algo ortogonal, recto y cúbico. Realmente un dibujo de dos minutos no encierra toda la personalidad de alguien, pero durante toda mi carrera he intuido que quienes dibujan elementos muy cuadrados suelen ser poco expresivos, muy callados y pueden ser desde perfeccionistas hasta desordenados. Por ende, me dediqué a analizar más la cantidad de adornos que le hizo a su objeto, como una correa y hasta un rollo, según entendí.

Lo curioso de todo fue lo que leyó el profesor con respecto a mi dibujo de una rueda híbrida con el diafragma de una cámara, resultó que puedo ser rutinario y dependo de lo material o de una persona y por eso giro en torno a esto, una vez lo leyó vi la similitud del análisis con algún tweet de horóscopo multimedia, que dicen cosas muy generales las cuales pueden definir o no a un grupo de personas.

Como tal hubo muy buenas duplas de intérpretes y dibujantes, pero lo que me resultó realmente interesante fue el resultado como grupo, ver cómo había fuentes coincidencias generacionales entre todos, esto lo interpreto meramente por los objetos dibujados. Hubo cosas como elementos de transporte, creación y/o captura de la realidad, lo que me hace pensar que nuestra generación añora conocer el mundo, viajar por él, capturarlo e inspirarse por medio de él. Puede que sea porque somos una carrera de diseño industrial muy ligada a la creatividad y las humanidades, pero hasta los odontólogos coincidían con el tipo de objetos seleccionados. Me parece positivo el hecho de que todos tengamos un anhelo que va más allá de capitalizar bienes y objetos; sin embargo, también me resulta ambiguo pues prácticamente diseñamos los objetos de nuestro entorno como profesión. Pero así es la vida, llena de ambigüedades contradictorias sea cual sea la profesión, es eso precisamente lo divertido de la vida.

Por otro lado, el ejercicio posterior a la clase consistió en aprender sobre la grafología y cómo con ella podemos entender muchas facetas del individuo, información muy atractiva que sirvió para valorar y hacer una retrospectiva de nuestra letra. Una vez vistos los videos informativos y documentales, podría decir que mi compañero  es equilibrado, guarda sus espacios aunque deja pasillos de información, su letra es  muy cargada al centro por lo que puede ser muy emotivo y llevado por lo físico, entregado a las sensaciones pero aun así mantiene un equilibro pues no tiene una letra inclinada hacia ningún lado de manera notoria; presentó algunas letras hacia la derecha lo cual demuestra positivismo y progreso, no tiene ampas ni jampas destacadas, por lo que puedo asumir que no es materialista en exceso pero tampoco tiene una espiritualidad o creencias elevadas, lo que indica que podría ser un creyente de alguna vertiente religiosa pero no un devoto seguidor de ideologías. Las líneas imaginarias que forman paralelas al orden visual de su escritura apuntan levemente hacia abajo lo cual puede ser indicio de que no fue un día muy animado o tiene pensamientos negativos hacia algo, cierra bien sus vocales es decir es muy recatado con lo que expresa, no es chismoso ni le gusta el murmullo,  pero según como finaliza sus letras entro en duda pues algunas las hace ascendentes y otras descendentes lo que podría entenderse como optimista pero a su vez pesimista, es decir tiene una buena percepción de sus variables de éxito cuando realiza sus actividades.

Por último, realicé el ejercicio con mi agenda de apuntes y daban resultados muy variados por lo que esperaré a una retroalimentación del profesor para adquirir mas conocimiento teórico y práctico del análisis no verbal, gráfico y expresivo de las personas, y así, generar un diagnóstico completo y acertado de mi persona para aplicarlo de manera efectiva en la vida cotidiana.


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